Un punto esencial cuando te propones hacer un cambio en tu vida es tener claridad sobre a donde quieres llegar. Sin una META será difícil tu focalización hacía tu objetivo. Una vez ya tienes la META fijada y clara empiezas a planificar los pasos a seguir y accionar hacia ella. Pero ¿qué pasa cuando en ese camino las cosas no salen como habías pensado?
Es un momento crucial donde empiezas a valorar si ese cambio, el método o lo que haces tiene sentido. Observa que en ese momento aparece una emoción que suele ser “la DUDA”, acompañada de algunas preguntas internas como estas.
¿Lo estoy haciendo bien? ¿Esto tiene sentido? ¿Seguro que no me equivoco? ¿Es el camino correcto? ¿Es mi camino?
La DUDA consume mucha energía, restándola de la ATENCIÓN hacia aquello que deseas, tu META. Es una emoción que suele paralizar la acción, te relentiza y crea confusión.
¿Qué puedes hacer con la DUDA?
El primer paso es obsérvala como una energía, no luches con ella no DUDES de la DUDA, es tu aliada, te avisa de que tu ATENCIÓN se está desviando de tu PROPÓSITO, que la conexión contigo está bajando, que quieres controlar todo lo que sucede.
Si sigues estos pasos te ayudarán a reconectarte con tu propósito:
- Conecta con el paso 1 (Presente), 2 (Sabiduría) y 4 (Atención) del cuaderno de prácticas META.
- Haz ejercicio físico, corre, anda, salta, baila, canta… Cuando mueves tu energía oxigenas tu sangre, y los bloqueos energéticos de tu cuerpo se desatascan, se mueven, se hacen pequeños o desaparecen, verás como la energía de la duda también disminuye, aumentando du concentración.
- Haz algún ejercicio de meditación, concentración, visualización observándote que alcanzas tu META, vívelo y siente como si ya la hubieras conseguido.
- Acciona de nuevo, diferente, crea nuevos objetivos a corto plazo que te impulsen a dirigirte hacia lo que deseas.
Recuerda no eres dueñ@ de los resultados pero si de las acciones. Lo que el camino hacia la cima te traiga no depende de ti. De ti depende como afrontarlo y transitarlo para seguir avanzando, tienes tus recursos y herramientas para andar el camino y llegar a la cima.
Tu energía para alcanzarla proviene de la conexión contigo del ¿Para qué quiero alcanzar esa META? y los objetivos pequeños que vas ganando en tu día a día. Y tu sonrisa también contribuye, forma parte de tu cambio de energía, así que a por ella.
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